El Llorica era un piel roja que, de pequeño, no se hacía querer porque tenía el llanto fácil. Creció apartado de la gente del poblado, que estaba cansada de oírle llorar por cualquier cosa, y cada día que pasaba era más amigo de los animales. Tanto es así, que se hizo compañero del Lobo y fue el primero que montó a Caballo, dos animales que hasta aquel momento no se dejaban dominar.
¿Realmente los personajes buenos de los cuentos son tan perfectos?
Hoy es un día muy importante para Pisco, ¡es su cumpleaños! Pisco siempre quiere soñar con el Capitán Caimán, pero no puede.
Wil se aburre y quiere que Bil le cuente una historia. Pero Bil solo sabe contarle historias conocidas, porque los dos amigos siempre estarán juntos y lo hacen todo juntos.
Este libro lo forman cinco cuentos, cada uno de los cuales trata de una colección diferente. Gracias a Laura, María descubre que se pueden coleccionar cosas muy distintas. También comprende que con las colecciones se pueden vivir aventuras, se pueden ganar nuevos amigos e incluso es posible intentar cambiar el mundo.
Cuando se es un sapo, ¿cuál es la receta para convertirse en un príncipe azul? ¿Cómo encontrar una princesa lo suficientemente desgraciada que esté dispuesta a daros un beso? Y después de la charca ¿qué vida os espera?
Cuando en clase de Migueluso Limón contaban chistes de gordos, la mitad de los niños se tiraba al suelo de risa. Pero la otra mitad no se reía nunca. Nunca. ¡Y es que los gordos pueden comerse las penas mejor que nadie!